Carvajal y Marcelo, ni ida ni vuelta
Conste que no hay mejores laterales que ellos en la plantilla del Madrid, conste que no se equivocó Ancelotti con su elección y conste mi voto decidido a favor de los defensas valientes en campo propio y ajeno, aunque a ratos hagan pasar miedo al personal, pero Carvajal y Marcelo han tenido noches mejores que la de ayer. Cientos, diría yo.
Carvajal, el torbellino depurado en Alemania, se ha venido sorprendentemente abajo desde del fichaje de Danilo sin que pueda precisarse que aquella causa haya tenido este efecto. Pasó un rato horrible ante Nolito en Vigo, soslayado por un resultado favorable. Y se vio sometido también a un calvario en Turín con el colofón de un penalti atropellado e innecesario. El contragolpe de la Juventus prometía mucho pero cuando mandó al suelo a Tévez, en entrada insensata, el argentino había perdido el ángulo, la ventaja y hasta la fe. Fue un acto de incontinencia cuyo precio aún está por conocer.
Tampoco se recuerdan de Marcelo grandes correrías. Se alargó poco por la banda y despachó casi todas sus acometidas con envíos al área sin precisión ni peligro. No fue el factor de agitación que suma tanto en el ataque del Madrid. Ese factor que tanto necesitará en el Bernabéu.