Seis partidos nunca son un accidente
Durante aquellos 14 años infernales en los que el Atleti encadenó 25 partidos sin ganar al Madrid, racha tan increíble como que no muera ningún protagonista en 40 minutos de Juego de Tronos, afrontaba cada nuevo derbi aferrándome a una ‘lógica’ adaptada a mis deseos o, lo que es lo mismo, pura fe maquillada de razón: “Es imposible que pase por décima vez”. Y fueron once, doce… Ya saben. Ahora, dos años después de que el Cholo tumbase a Goliat en aquella final de Copa en el Bernabéu, escucho el mismo argumento repetido una y otra vez desde el bando contrario: “No puede ser que el Madrid no le gane al Atleti en siete partidos seguidos”. Queridos madridistas, no sé si sucederá o no, pero poder, puede. Se lo aseguro. Me lo ha contado un amigo.
Estas cosas no ocurren por accidente. Un accidente es que te metan un gol en el minuto 93 en una final sin ocasiones claras. Si en una temporada superas al mismo rival seis veces y de todas las maneras posibles (goleando y sufriendo, atacando y defendiendo, con titulares y con suplentes, en casa y fuera, en Liga y en eliminatorias...) no es una casualidad, es una pauta. Y despreciarla sería ingenuo. Jugador por jugador, el Madrid es superior. Enfrentamiento por enfrentamiento, lo es el Atleti. Con diferencia. Cada cual es libre de apostar por el individuo o por el equipo, no hay respuesta que asegure el acierto; pero seguir hablando de víctimas y sorpresas para evaluar las opciones rojiblancas es negar la realidad. La sorpresa sería que el Atleti no compitiese de igual a igual. Como poco.