El fútbol en Ghana: rezos, dormir mucho, entrenar tarde y ‘Money Man’
Experiencia. Ghana se fue a buscar experiencia en el Reino Unido en su reciente participación en la Copa de África en Guinea Ecuatorial: la federación convenció a Avram Grant (que se quedó a un resbalón de ganar la Liga de Campeones con el Chelsea tras reemplazar a Mourinho) y al español Gerard Nus, que formó parte de la Armada española de Rafa Benítez en el Liverpool. Llegaron a la final donde se enfrentaron a la Costa de Marfil de Yaya Touré, pero la perdieron por penaltis en una tanda dramática con once lanzamientos por equipo.
Costumbres. Las costumbres que rodean el fútbol en Ghana son de lo más desconocido y sorprendió incluso a un veterano de los banquillos como Grant. Así, la religión está muy presente en el día a día y en el deporte: se reza y realizan cánticos colectivos en el vestuario. Pero también en el trayecto del hotel al estadio o durante la noche previa al partido. Cristianos y musulmanos viven en perfecta armonía.
Dormir mucho. Los jugadores africanos duermen mucho, más de lo habitual por lo visto, y los entrenadores debieron acostumbrarse a ello. El desayuno es voluntario, la primera reunión es sobre la una, a la hora de la comida (en la que nunca falta el arroz ghanés, el plantain, una variedad del plátano), y se entrena cuando el sol está cayendo. Este estilo de vida tiene que ver principalmente con el clima: el exceso de calor hace imposible entrenarse por la mañana a no ser que se haga a las siete. Avram decidió que era mejor dejarles dormir.
Decisiones. El trabajo en una selección se diferencia de un equipo principalmente por el factor tiempo. Por ello, la elección de tácticas, alineaciones y estrategias aún es más decisiva. No hay tiempo para pruebas. Avram Grant y Nus lo aprendieron pronto. Intentaron utilizar un sistema diferente con tres centrales para el primer partido ante Senegal. Perdieron y volvieron al 4-4-2 con el que el equipo se sentía más cómodo.
Money man. La federación cuenta con un Money Man que entrega a los futbolistas fajos de dólares, que el jugador debe contar para saber antes de volver a casa si se ha pagado todo. El éxito de la selección fue reconocido por el presidente del país, John Dramani Mahama, quién invitó al equipo a compartir un desayuno en su palacio al día siguiente de la final. Además, a los jugadores se les dio un Jeep y 25.000 dólares. En Ghana se hacen las cosas de otra manera y quizá así se entiende mejor por qué en ocasiones a algunos jugadores les cuesta recobrar la normalidad al volver a sus clubes.