Modric no necesitó mucho para ser el amo
Garitano, míster del Eibar, plantó un once conservador para taponar a Modric e Isco con sólo un delantero como Manu del Moral, que también se fajó en labores de contención. Un plan para no salir goleado. A pesar de la acumulación de efectivos no consiguió capar el movimiento continuo y acertado de Modric, gran amo del ritmo del partido.
Modric se plantó por delante de Illarra, enganchando con Chicharito y Cristiano, escoltado a su derecha por Jesé, como ‘falso’ cuarto jugador en la medular para un 4-4-2 flexible sin Bale. Ancelotti sí obligó a Jesé a esforzarse en bajar la banda para tapar ese carril.
Con un pequeño acelerón Modric implantó su clase, movió balón como quiso y burló la red armera: 57 toques buenos y sólo 7 malos. Para cuando Garitano se atrevió a estirarse, ya Modric había encauzado el partido en compañía de Isco y Jesé, alimentando a Cristiano y Chicharito. Jesé, para acabar, puso la guinda.
Control por zona. Tres en la medular más Jesé para controlar la media. Modric fue el gran jefe; Isco jugó cómodo; Illarra no tuvo sustos y Jesé apoyó.
Llegada de Jesé. Desde segunda línea llegó Jesé en slalom para pisar área y marcar el 3-0. Buen colofón para un día en el que trabajó mucho.