¿Por qué nadie se decide a ayudar a Roberto Merhi?
El mundo de la competición presenta a menudo misterios insondables. Aunque se lleve toda una vida en las carreras, de cuando en cuanto hay fenómenos difíciles de explicar, básicamente porque se escapan a la lógica más simple. Yo llevo varias semanas dándole vueltas a uno que no termino de resolver: ¿por qué nadie parece dispuesto a ayudar a Roberto Merhi? Me refiero a que ninguna empresa aproveche la oportunidad de apoyar a uno los valores más firmes del automovilismo nacional e internacional, rentabilizar su inversión con un personaje indudablemente mediático y contribuir a evitar que el castellonense pueda quedarse en casa si aparece otro aspirante a su puesto con menos talento pero más dinero.
Porque la realidad, aunque el protagonistas prefiera no dar muchos detalles en una prudente discreción, es que no sólo su continuidad en el equipo Manor de Fórmula 1 está en el aire, también su proyecto en las World Series 3.5 puede tambalearse si no aparece algún patrocinador que aporte lo que le pide el Team Pons. Merhi es lo que podríamos donominar como un chollo, porque estas estructuras conocen su potencial y rebajan de forma sustancial sus pretensiones económicas, que compensan con la capacidad del piloto aunque siempre exigiendo una aportación mínima. Por desgracia, ésta es la situación que le ha tocado vivir a toda una generación de jóvenes pilotos y diría que lo tienen incluso asumido. Lo que me extraña más es que nadie, en un despacho de esos en los que se toman las decisiones importantes, sea capaz de atisbar la grandísima ocasión que representa Teto: joven, capaz, atractivo comercialmente, con pie y medio en los grandes premios, en un equipo ansioso por seguir contando con él y con enorme proyección. ¿Qué más se puede pedir?