Danilo, de mediocentro a gran lateral

Sólo han pasado cuatro años desde que Danilo empezó a brillar en aquel Santos de Neymar y Ganso. Ganaron la Libertadores de 2011, y Danilo empezó en los primeros partidos como mediocentro. Ahí, y con su capacidad innata para llegar al área rival, le marcó un gol a Colo Colo, y también desde el mediocentro, otro antológico a Cerro Porteño en Paraguay con un zurdazo a la escuadra. Rendía ahí e incluso algún partido de volante. Sin embargo, no tardó en pasar al lateral, y ya en esa posición ganó aquel verano el Mundial Sub-20 de Colombia con Brasil. Un cambio de posición lógico porque tiene más vértigo y recorrido que capacidad para manejar un equipo. Más allá de si es necesario o no gastarse más de treinta millones en un lateral derecho con Carvajal en la plantilla, su versatilidad suma mucho. Tres posiciones en las que puede rendir, aunque la banda es la principal.

Ahí es donde confirmó en el Oporto todo lo que mostró en el Santos antes de su último partido ante el Barça en el Mundial de Clubes. Potencia, decisión para llegar al ataque y disparo con las dos piernas. Diestro natural, jamás duda en pegarle con la zurda y así ha marcado algunos de los mejores goles de su carrera. Bastante rápido en los cruces, a veces le ha costado caro su tendencia permanente a llegar al ataque. Ya instalado en la selección brasileña como el recambio ideal de Dani Alves, la capacidad para jugar en el mediocentro o como interior le da un valor añadido.