Pasión por el Madrid basket

Jugaba España en Sevilla, y el Sánchez Pizjuán no se llenó. Con 35.000 espectadores se quedó al 77% de su capacidad. A la misma hora jugaba el Madrid de baloncesto, y el Barclaycard se llenó con 12.000 espectadores. Su partido era importante; como el de la Selección en Sevilla. No se trata de establecer diferencias entre el fútbol y el baloncesto, entre la Selección y el Madrid, pero son datos que expresan la pasión y el interés que ha despertado este Madrid de baloncesto. Hago hincapié en este, porque todavía hay un Madrid reciente que vivió el desafecto de la afición. Tan reciente, que Reyes, Llull y Sergio Rodríguez saben lo que es jugar con la camiseta del Madrid ante 4.400 espectadores: el aforo de la Caja Mágica al 38% de su capacidad.

La cosa ha cambiado. Este Madrid lucha por los títulos y hasta los gana. Le falta la Euroliga, que sería su novena Copa de Europa, pero anda acariciándola. Ayer, veintidós partidos y cinco meses después, certificó que si hay desempate en los playoff, ese partido lo jugará en casa. Esto se considera una ventaja casi decisiva. El 75% de las veces se clasifica el equipo que tiene el factor cancha a su favor. Pero aún hay algo mejor: su propio juego. Cuando el Madrid se pone serio es un equipo de cuidado. Ayer lo hizo, y el Maccabi, actual campeón de Europa, perdió sin contemplaciones: 86-75. El Madrid ya es seguro primero o segundo de grupo, después vendrán los playoff con esa ventaja de campo y, a continuación, la Final Four. ¡Bien que se merece esa pasión!