Adiós David, hola Mireia

Se retira David Cal, el mayor medallista olímpico español (oro y plata en Atenas 04, dos platas en Pekín 08 y una plata en Londres 12). Lo hace con 32 años, pero cansado de doce en la alta competición, con todas las privaciones que ello representa. Además, llega un momento en el que los resultados no acompañan y el esfuerzo se ha de multiplicar sin apenas garantías. Su entrenador de siempre, Suso Morlán, ya advirtió que Cal no trabajaba lo suficiente para recuperar la forma, y de que así no había nada que hacer. Morlán, por cierto, se fue a entrenar a Brasil porque allí le ofrecieron los medios que aquí no encontraba, y tuvo la suerte de que consintieron que Cal fuera con él. Ahora es Vergnoux, el entrenador de Mireia Belmonte, quien deja caer que se puede ir.

Mireia Belmonte es con Vergnoux lo que fue Cal con Morlán: todo. Y si Cal tiene el récord de medallas, quien puede quitárselo es Belmonte. Tiene dos platas de Londres 12, pero nadará en Río 16 en plenitud, con 26 años. Sus posibilidades de ganar cuatro medallas son reales. Y tiene una diferencia con respecto a Cal: su ambición está intacta. Vergnoux ha encontrado en ella lo que todo entrenador sueña: alguien capaz de entrenarse por encima de los umbrales del sufrimiento. Cuando los demás alcanzan sus límites, ella comienza el trabajo. El dolor le hace más fuerte. Cal no fue capaz de resistir más. Belmonte, sí. Morlán arrojó la toalla; Vergnoux lanza una advertencia. Mas nos vale hacerle caso. Sobre todo, porque puede tener razón.