La noticia del regreso de James con el grupo vuela hasta Bahrain. En Manama, la selección de Colombia prepara los primeros partidos de un año en el que el gran objetivo es la Copa América. Pékerman, Falcao y compañía son los rockstars del momento. El país de Oriente Medio reconoce a los jugadores colombianos como ídolos que mueven su pasión futbolera. Un jovencito dribla la seguridad y salta a la cancha para conseguir un autógrafo y un selfie con El Tigre. En la foto falta un grande: James Rodríguez. Los fanáticos, incluso en Bahrain, no olvidan el golazo a Uruguay en la Copa del Mundo y esperan su regreso con la camiseta del Real Madrid. A James se le extraña. Lo reitera el técnico argentino, que sueña con verle junto a Falcao. Las lesiones los han separado.

James y Falcao, los niños dorados de Colombia, sólo han podido compartir 120 minutos en los terrenos de juego tras la rotura de ligamento del delantero. Dificultad en el presente, pero ilusión en el futuro. Anima saber que el fútbol de James estará de vuelta pronto, justo a tiempo para echarle una mano al Madrid cuando más lo necesita y para completar la dupla que puede llevar a Colombia a levantar la Copa América. James prometió que volvería más fuerte. Atención, es palabra de crack.