Un aliado perfecto para el fútbol

Los ingleses no pudieron plantearlo hace más de 100 años, pero el fútbol es un deporte hecho para ser televisado. Nunca agradecerá este deporte lo mucho que la televisión ha hecho por él. Claro que primero fue la radio, todos hemos visto imágenes de un montón de gente arremolinada en torno a un gigantesco aparato, pero la llegada de la TV le dio al fútbol el empujón definitivo hasta convertirlo, especialmente en nuestro país, en un espectáculo masivo. La organización del fútbol, tan refractaria a los cambios, no ha tenido más remedio que plegarse a las exigencias de un medio que no ha parado de innovar. Los detalles que hoy podemos ver en una transmisión de este tipo no tienen nada que ver con la rudimentaria tecnología que se utilizó en los primeros partidos televisados que eran muy pocos. De hecho, la mayoría se contentaba con los resúmenes de los partidos, que a veces se ofrecían un día más tarde.

En TVE me han contado la historia de aquellas avionetas que arrojaban las cintas de cine con los goles sobre Prado del Rey. Tiene mucho mérito coordinar la gran cantidad de medios que se utilizan hoy en día aunque posiblemente no admita comparación con las precarias condiciones de aquellos pioneros que estuvieron en el origen, y que sabiéndolo o no, estaban iniciando una extraordinaria historia cuyos mejores capítulos paralizan el planeta entero. De no haber encontrado un socio tan leal el fútbol en solitario no lo habría conseguido.