Las bromitas del Mundial
El deporte nos trae a veces malas noticias, como la deuda que ha dejado el Mundial de Ciclismo en Ponferrada. Deuda oficiosa y filtrada por la oposición, porque el ayuntamiento no ha dado a conocer lo que costó la broma. Reconoce una deuda de 2,7 millones, pero ahí falta, por ejemplo, el canon de cinco millones que cobró la UCI por la concesión del Mundial. Los ayuntamientos y las federaciones son muy dados a alardear de los campeonatos que van a organizar, pero en cuanto acaban se vuelven opacos. El año pasado tuvimos precisamente unos cuantos Mundiales, y de ellos poco se sabe. Además del de ciclismo, el de Baloncesto en seis sedes, el de Vela en Santander, el de Tiro en Granada, el de Patinaje en Reus y el de Escalada en Gijón.
Ojalá alguno me deje en mal lugar y presente la documentación con una liquidación favorable. Pero concretamente a este Mundial de Ponferrada se le veía venir. Hubo personas que vieron ahí un negocio, como Pablo Antón, director de la empresa responsable de la candidatura cuando recibió el Mundial en 2011. Mas pronto comenzaron los problemas y se vio que poco había que rascar. El presupuesto de 18 millones se redujo a 11, y aun así no salían las cuentas. Ahora la deuda supone el 20% del presupuesto municipal, y es un problema exclusivo de la corporación local, pues el CSD, en un ejercicio de responsabilidad, expresó en su día que no apoyaba financieramente el Mundial. Ni él ni nadie lo vio nunca claro. Ahora hay que pagarlo.