Las pequeñas historias hacen grande el fútbol. Historias como la de Bután, el insignificante y montañoso país budista del sur de Asia. La victoria de su selección de fútbol ayer ante Sri Lanka (2-1) le permite superar la primera ronda de clasificación para el Mundial de 2018. Nunca antes había sucedido algo así. De hecho, es la última clasificada del ránking FIFA y ocupa el puesto 209 de las 209 selecciones en el mundo. Esta eliminatoria a ida y vuelta contra Sri Lanka le permitirá abandonar el farolillo rojo el próximo 9 de abril, cuando se actualice el ránking, pues dos victorias consecutivas seguidas en partidos oficiales es demasiado botín para sus rivales en la zona baja, las también exóticas Anguila, Djibuti, Islas Cook e Islas Caimán. Lo de Bután es un hito para el fútbol más modesto. Entró en la FIFA en 1982 y su posición más alta en el ránking FIFA fue el 187. Las injerencias políticas le habían impedido jugar las últimas fases de clasificación mundialistas, pero estas dos victorias seguidas ante Sri Lanka (suma cinco en su historia) le harán llegar más lejos que nunca en su camino hacia el Mundial. Todo ello con un goleador llamado Chencho. Puro infrafútbol.