El extraño accidente de Alonso

Hace diez días del accidente de Alonso en Montmeló. Cuanto más pasa el tiempo, más se complica el caso. Primero se le evacuó en helicóptero al hospital “por protocolo”. Luego ese protocolo se convirtió en una noche “por precaución”. Después, esa precaución tuvo como consecuencia tres días internado. Salió con el alta médica, pero no hubo parte médico. “Todo bien”, dijo el piloto a la salida. Y se fue a Oviedo a descansar. Ahora ese descanso se ha convertido en “recomendación” de que no corra en Australia. Y, mientras, sigue sin saberse, o al menos sin trascender —la racha de viento no es muy creíble—, qué sucedió en los instantes previos a las 12:36 horas del domingo 22 de febrero, cuando Alonso perdió el control del McLaren.

Ahí puede estar la clave de lo que ojalá se quede en sólo un culebrón. Vettel iba detrás de Alonso y contó lo que vio: “Se fue hacia el muro de repente. Iba lento. Todo ha sido un poco extraño”. Alonso quedó inconsciente. De ahí viene todo el lío. No puede recordar cosas del accidente. Tampoco hay grabaciones del mismo. Hay que recurrir a la telemetría. McLaren pone énfasis en que ésta demuestra que Alonso corrigió la trayectoria, frenó y movió el volante. Algo falló, pero no dice qué. Y digo yo, que algún síncope he sufrido: ¿no se pueden hacer cosas instintivamente en ese fugaz segundo que transcurre entre el marearse y perder el sentido? Por ejemplo, corregir la trayectoria e incluso frenar. Pues hasta que no se sepa qué pasó, ésta es una teoría más.