Saúl, un hombre del Cholo

Saúl se encontró con el sueño de todo jugador. Especialmente de todo canterano, aunque no lleve el escudo grapado desde la cuna. Asomó por accidente en mitad de un derbi y le puso la más espectacular de las fotografías. Un acrobático gol de chilena (para desesperación de Cristiano) ante el rival más antipático y en uno de esos días que ya no mueren, que se quedan guardados en la memoria de los hinchas y en los libros de culto. Saúl está arrancando y ya tiene contada la actuación de su vida.

Pero más allá de un gol inolvidable e histórico, y hasta de la asistencia que le mandó directo al hospital, Saúl tiene la confianza de Simeone. Y eso no es fácil. No es el Cholo de regalar las oportunidades ni de abrir demasiado el abanico. Casi al contrario, es un tipo que reduce al extremo su guardia pretoriana. Cuesta entrar en ese selecto grupo de principales y Saúl está ahí desde que regresó del Rayo. Por compromiso o talento, pero está. Hay futbolistas de más nombre y pedigrí que se fueron del Atlético sin un guiño del argentino. Y hasta en esa misma posición, como Guilavogui. El corte difícil es ése, superar la prueba del catorce y pasar a ser uno de los hombres de Simeone. Lo demás (le pasa a todos) llega solo.