McLaren y Honda tienen mucho trabajo por delante

El director de ingeniería de McLaren, Matt Morris, ha venido a poner un poco de mesura en las conclusiones que desde su escudería se sacaron tras los test de Jerez. Leyendo algunas declaraciones daba la impresión de que el debut de su nuevo monoplaza con motor Honda había sido un exitazo, cuando en realidad apenas pudo rodar y cuando lo hizo fue lentísimo. Morris ha reconocido que para Fernando Alonso fueron “unos días frustrantes”, aunque tiene plena confianza en que la motivación extraordinaria del asturiano servirá para que todos en la escudería remen en la misma dirección y consigan superar así las carencias que obviamente ha exhibido el MP4-30 en ese titubeante comienzo.

Me parece más productivo admitir las complicaciones a tiempo y no negar la mayor, puesto que es la mejor forma de superarlas. Entiendo que McLaren no puede ni debe fomentar el alarmismo, lo importante es que de puertas para dentro tengan claro lo que sucede y asuman que es mucho el trabajo que les queda por delante antes de la cita de Australia. Estoy convencido de que las próximas semanas serán productivas en Woking, porque ni la escudería ni su socio motorista pueden permitirse un rendimiento similar al del circuito andaluz puesto que rozaría el ridículo. Su coche no sólo se mostró frágil sino también lento, aunque obviamente una cosa es consecuencia de la otra: sin rodar es imposible mejorar ese rendimiento que tanto ha dejado que desear. Así que esperemos que la experiencia de Jerez sea valiosa y que ese conocimiento acumulado sirva para que ya en los test de Barcelona, en apenas dos semanas, las cosas sean muy diferentes…