Dennis-Alonso, ocho años después
Ron Dennis y Fernando Alonso han firmado la paz. No podía ser de otra manera después del regreso de Alonso a McLaren. Ambos se necesitan. McLaren, para mejorar su coche; Alonso, para volver a ganar. Se trata de dos campeones en horas bajas. Juntos quieren recuperar el esplendor perdido. De momento, los test no son buenos. Pese a ello la confianza entre escudería y piloto es máxima. Incluso Dennis trivializa ahora aquellos problemas que tuvieron en 2007, cuando provocaron nada menos que la expulsión de McLaren del Mundial de constructores cuando tenía el triunfo al alcance de la mano. Han pasado ocho años, pero donde hubo fuego siempre quedan brasas. Aquel incidente marcó precisamente el declive de McLaren.
La escudería fue acusada de espionaje a Ferrari, y la Federación Internacional (FIA) pidió a los pilotos que colaborasen. La relación de Alonso con Dennis ya era malísima por la presencia de Hamilton, y tras recibir la FIA la ayuda solicitada, decidió que McLaren no puntuaría en el Mundial de constructores y además le impuso una multa de cien millones de dólares. O sea, de trivial no tuvo nada aquel asunto. Pero McLaren no ha encontrado ahora a ningún otro gran piloto a mano al que agarrarse para poner fin a dos años sin ganar ninguna carrera, y Dennis sólo tiene palabras de ánimo y tranquilidad para Alonso, no sea que pase lo de 2007. De aquella, los dos salieron perdiendo: Alonso se fue a Renault, y McLaren fichó a Kovalainen.