Marc Coma acierta con la continuidad

Me alegró mucho saber que Marc Coma continuará un año más como motorista, defendiendo su título mundial de rallys TT y su corona del Dakar con su inseparable KTM. Creo que es todo un acierto, aunque también tengo la sensación de que en la decisión ha tenido una influencia significativa el hecho de no haber recibido una oferta suficientemente atractiva para dar el salto a los coches. En cualquier caso, lo importante es que el catalán va a intentar igualar su palmarés al del piloto más grande en la carrera desértica por antonomasia, Peterhansel, con sus seis triunfos en moto y cinco en coches. Y quién sabe si la tentación de superarle anima al de Avià a seguir un año más si gana también en 2016. Siete sería una cifra mágica y única para instalarse en el terreno de las leyendas…

Sin mirar tan lejos, Coma apuesta por una estabilidad justificada por completo y con avales muy sólidos. Mantendrá una moto imbatida por el momento, con un acertado equilibrio entre prestaciones y robustez; el equipo KTM está entregado a su causa, le adoran como piloto y también como persona, así que ningún esfuerzo les resulta excesivo para ayudarle; técnicamente, su experiencia podríamos catalogarla como inigualable, mientras que en lo físico Marc tampoco revela carencias apreciables: cierto es que se acerca a la condición de cuarentón, pero el último Dakar pareció acabarlo más entero que nunca. ¿Por qué precipitarse entonces en el cambio de especialidad? Para competir sobre cuatro ruedas tiene todo el tiempo del mundo, mientras que este momento dulce como motorista tiene ya fecha de caducidad.