Ha llegado la hora de Ancelotti

En medio del vendaval atlético, Ancelotti dio entrada a Jesé por un gris Khedira. Jesé no estuvo ni peor ni mejor que sus compañeros, pero con su entrada, el técnico italiano apostó por un once con sólo dos centrocampistas. El resultado es que no mejoró en nada, apenas tiró a puerta y recibió otros dos goles. Por alguna razón Carletto ha decidido ahora administrar egos antes que construir equipos y no le funciona. Durante su primer año en el banquillo blanco utilizó la palabra ‘equilibrio’ de forma recurrente. Era su manera de resumir lo que necesitaba en el campo ante una plantilla deslumbrante pero poco armoniosa. En el equilibrio encontró solidaridad y respuestas colectivas a los problemas, lo que le obligó a reconvertir delanteros en mediocampistas.

Este año ha dejado de hablar de equilibrio para sustituirlo por la defensa absoluta de un once fijo contra viento y marea, incluida la famosa BBC, a la que considera intocable. Ni siquiera los mejores jugadores deberían tener la certeza de que su puesto está asegurado pase lo que pase. El Madrid necesita a su entrenador, al que se le vio en la conferencia de prensa herido y enfadado. Necesita que adopte decisiones y proponga soluciones. Ahora más que nunca.