Ibongo Iyanga se merece un reconocimiento

El viejo y entrañable campo de tierra de San Fernando, perdón Ela Nguema, sigue en pie, imperturbable al paso del tiempo. Lo han medio adecentado y bautizado con el nombre de Pablo Macuandja Mgongolo, brillante futbolista ndowe que militó en los 80 en el Sony.

Estuvimos con Marcelino Akapo, fundador del Sony, y Armando Blas, padre de Sipo, lateral derecho del Nzalang, repasando a los grandes jugadores ndowes que habíamos conocido y admirado en aquella nuestra remota infancia repleta de cromos e ídolos del balón. Nos acordamos del portero Bosendje, de Loeri Comba (precisamente Akapo trabaja en la clínica que lleva el nombre del ya fallecido jugador), de Pedro Bodipo, tío de Rodolfo, de Monde, de Mbuamangongo, de Martín Endje...

Quedó para el final Ibongo Iyanga. Empezó jugando en El Escorial. Era elegante y trataba con tacto la pelota, como haría con las palabras tras acabar periodismo, y como luego haría en la política, cuando le tocó lidiar en la ONU con la independencia de Guinea, con pesos pesados como Ullastres y Piniés. El día que los guineoecuatorianos terminen de exorcizar todos sus demonios, será el momento de dedicarle a Ibongo una plaza, una calle o un estadio.