La injusticia de los dos colegiados
Hicimos un juego de ataque muy atractivo, pero poco efectivo en la primera parte, y eso permitió que Francia recuperase balones, corriese al contragolpe y sumase goles fáciles. Y además, tampoco nos sirvió de mucho el cambio defensivo. Ese inicio nos pasó factura, porque en la segunda mitad se vio a otra España, seria en la defensa, y que igualó el juego, pero también es cierto que en ese momento apareció Omeyer, y sacó su inspiración para ganar en varios uno contra uno contra nuestros jugadores en situaciones en principio cómodas.
No quiero incidir en el arbitraje, pero es injusto lo de este partido, especialmente con Julen Aguinagalde. Estamos matando el juego del pivote, permitiendo que se defienda dentro de la zona de seis metros, sin concederle los penaltis y las exclusiones que fuerza. Ese detalle es fundamental, porque es como si anulásemos uno de los puntos fuertes de España para beneficiar al rival.