Ney, como Romario o Ronaldo
El Vicente Calderón se puso en pie para despedir a Neymar, aunque no para aclamarle. De entrada le salvó que Tebas y compañía sancionan al que insulta, pero más de un recuerdo para la mamá del futbolista seguro que hubo en el anonimato del estadio. Eléctrico en la carrera y acertado, feliz y listo con la pelota en los pies, el brasileño hizo tres (uno se lo mal anularon) y desquició al pueblo colchonero. Mientras con el atacante se está generando un clima de rabia y de cierto malestar, con Messi el terror es tal que desde la grada, en algún momento le gritaron “abusón”: está claro que Leo ha vuelto.
Neymar sabe que deberá aprender a convivir con estas cosas mientras juegue en el Barça. El altavoz en su contra es tan potente y abarca tanto terreno, que el sambenito de piscinero le quedará para toda la vida, aunque le revienten los tobillos a patadas. Pero alguien en el Barcelona debería aconsejar a Neymar que charlase con Romario, Ronaldo o Rivaldo. Ellos también hicieron tanto daño en el Calderón que fueron insultados por la grada como método de defensa ante sus goles. Neymar es muy bueno, todo el mundo lo sabe, y su carrera hacia ser considerado como estrella, va avanzando como él con la camiseta del Barça.