Remontada. El Camp Nou impresiona, es un recinto magnífico, inmenso, colosal... Pero sólo hay un estadio en nuestra Liga que asusta de verdad, un estadio donde la afición lleva en volandas a los suyos. Y ese estadio y esa hinchada serán el jugador número 12 en el encuentro del próximo miércoles. El Calderón será una olla a presión en el choque de vuelta de Copa. El año pasado viví en primera persona el encuentro de vuelta de Champions, donde el Atleti se cenó al Barcelona. El empuje de la grada fue tal que al poco de comenzar el conjunto madrileño ya iba ganando 1-0. El gol de Koke clasificó al Atlético, pero en los primeros minutos los del Cholo pudieron hacer un destrozo mayor a los azulgrana. No hace falta irse mucho en el tiempo ni hablar de grandes remontadas. Sólo acordarse de aquel partido y de cómo lo encaró el equipo. Si lo hace de forma parecida, el Atlético puede pasar la eliminatoria.
Llenazo. A una semana del partido, el Atlético ya había vendido más de la mitad de las entradas que había puesto a la venta. Hoy se venderán muchas más y hasta el miércoles se agotarán todas. El club tenía 18.000 localidades y ya quedaban menos de 9.000. Nadie querrá perderse el choque. Y esa pasión de la hinchada del Manzanares será determinante. Desde que el árbitro pitó todos los rojiblancos ya pensaban en lo mismo, en ir al estadio y ayudar como siempre a su equipo. Animará el fondo norte, el fondo sur, la grada de lateral y la de preferencia. Será complicado, porque no es fácil ganarle a un conjunto con tantos cracks como el Barcelona. Pero para este Atlético no hay nada imposible. Los grandes retos le van a este equipo. Si el equipo pierde, felicitará al rival y a pensar en el próximo choque. Pero nadie le quitará el sueño a ningún rojiblanco de remontar y dejar fuera a los de Luis Enrique.
Competitivo. El Atlético copero fue muy diferente al que jugó en Liga, un equipo que no ofreció el nivel esperado. Anoche el equipo madrileño fue el conjunto serio y competitivo de siempre. No jugó un gran partido, pero sí se lo puso difícil al conjunto catalán. Decidió un fallo puntual. Eso puede pasar en el fútbol. Pero el Atlético mantuvo su esencia y seguro que nadie en el Barcelona está seguro con ese 1-0 final.
Godín. No jugará el uruguayo, un futbolista muy importante para el Atlético. Pero lo hará Giménez o el que el Cholo considere oportuno. Saldrán once gladiadores, once futbolistas que querrán hacer feliz a esa afición que llenará el estadio. Y Godín animará desde la grada como uno más. Mandzukic y Raúl García podrán jugar el encuentro, pues en el acta no aparecieron con tarjeta, pese a que todo el mundo especulaba con el hecho de que hubiesen sido amonestados.
La Liga. Antes habrá que ganar al Rayo este sábado, nuestro querido vecino madrileño. Este Atlético del Cholo quiere hacer los deberes en todas las competiciones y ante los de Paco Jémez habrá que sacar esos tres puntos para seguir en puestos Champions en la tabla. El objetivo en este inicio de campaña es acabar entre los tres primeros y el Atleti no puede fallar en su campo si quiere seguir arriba en la tabla.
Tomás de Aquino. Y luego habrá cuatro días hasta el miércoles 28, Santo Tomás de Aquino, patrono de las Universidades y de las Escuelas Católicas. Habrá que encomendarse a él, a todo lo humano y lo divino para doblegar al Barcelona en un partido que se presenta apasionante. Y, sobre todo, a la magia del Calderón. Con el apoyo de su gente, es como si el Atleti ya empezase ganando el partido 1-0. El Calderón decide. Y eso es mucho... a favor del Atlético.