Marc Coma nos ha hecho grandes en el Dakar
Cuando era chaval, imagino que al igual que tantos otros, soñaba a menudo que algún día iría al Dakar. En moto, claro, que era mi pasión. Me fascinaban las gestas de Neveu, Rahier, Auriol… Me pareció mágico que Juan Porcar se atreviera a la aventura en 1982 pero lo cierto es que los motoristas españoles tardaron algo más en tener peso específico en esta competición. Llegó después el turno de los Mas, Arcarons, Gallardo, Sotelo… Pero no fue hasta 2004 cuando ocurrió lo que hasta entonces parecía una utopía: Nani Roma se convertía en el primer español capaz de ganar el Dakar y que lo hiciera en moto fue algo que me emocionó y nunca podré olvidar. Se aprobaba así una de las asignaturas pendientes del deporte del motor español, aunque era difícil imaginar entonces que lo mejor estaba por llegar.
Dos años después del triunfo histórico de Nani fue otro gigantón quien tomó su relevo. Marc Coma ganó también con una KTM en 2006 y en este caso su trayectoria en motos estaba empezando y no acabando, como ocurría con Roma. Era fácil intuir que podía repetir… ¡y vaya si lo ha hecho! Acaba de conquistar su quinto touareg, esa estatuilla que le acredita como vencedor y que le coloca a la altura de su enemigo íntimo, Cyril Despres, y del legendario Cyril Neveu, ambos con el mismo palmarés, y a sólo uno del más laureado piloto de esta carrera, Stephane Peterhansel (suma seis en motos y otros cinco en coches). Su experiencia, consistencia, inteligencia, poderío físico y gestión de la competición se encuentran, a día de hoy, a un nivel inalcanzable para cualquiera de sus rivales, por supuesto que sin olvidar una moto que sigue siendo (pese a los intentos de Honda por modificar el escenario) la referencia de la categoría… y van ya catorce años.