Japón ganó y sigue con su crecimiento
Ganó Japón a Irak y ya está en cuartos. Defiende su título ganado en Qatar hace cuatro años y ningún asiático tiene más y mejores futbolistas instalados en la aristocracia europea que Japón, que desde hace mucho pasó por la izquierda a Corea del Sur. Jugó un buen primer tiempo, con un fútbol combinativo en el que zarandeó a unos iraquíes que en la segunda parte igualaron las cosas. Marcó Honda, que junto a Nagatomo, Ozazaki, Kagawa, Hasebe e Inui representan el núcleo clave de los europeos.
El crecimiento del fútbol japonés es imparable desde el nacimiento de la J League en 1993. Ya un año antes se había impulsado con el título de la Copa de Asia ante Arabia Saudí. Un zurdazo de Takagi hizo tocar el cielo a aquella Japón que tenía a Miura como estrella. Campeones, sí, pero hacía falta más para que su fútbol creciese. Si hoy pelea con el béisbol por ser el deporte más popular es gracias a Zico, Lineker, Ramón Díaz o Littbarski, estrellas de la liga en sus inicios. Más de un millón de entradas solicitadas para el partido inaugural el 15 de mayo de 1993 entre Verdy Kawasaki y Yokohama Marinos. Sólo 70.000 cabían en el estadio. El objetivo de mejorar las estructuras para los jugadores jóvenes se cumplió rápido, y las expectativas de afluencia de público del entonces presidente de la liga, Saburo Kawauchi, se cuadruplicaron. Todos los partidos se televisaron y el fútbol japonés creció más que ningún otro. Con sólo tres extranjeros en el campo por equipo para dejar crecer el talento local. Y en gran medida los Nagatomo, Kagawa y Honda empezaron a parirse entonces.
Cuando Zico dijo que Japón sería el fútbol del siglo XXI, no andaba tan equivocado. Al menos fuera de Europa y Sudamérica. Nadie creció como ellos, a pesar del fracaso de su Mundial en 2002. Ayer supo enfriar el partido cuando hubo que hacerlo, cuando los iraquíes habían mejorado. Ganó y ganó bien, y junto a Australia ha sido el mejor equipo hasta ahora. Aguirre tiene mimbres de sobra para que Japón mantenga el cetro...