Mateu demostró su buen nivel
Lo mejor que le pudo pasar a Mateu Lahoz fue el gol tan tempranero de Torres. Eso enfrió los ánimos de los jugadores y le permitió no tener que cambiar su estilo de arbitraje. Hasta tal punto que no sacó su primera tarjeta hasta el minuto 27. Fue a Raúl García por una fuerte entrada por detrás a James. También es verdad que en el 42’ existió falta sobre Torres que no señaló, y que en el contraataque chutó Cristiano y el balón, que iba a puerta, le dio a Miranda en el brazo, dentro del área. Pero lo tenía pegado al cuerpo. Así que no fue penalti.
Me gustaría destacar dos detalles de Mateu en la primera parte. Primero, el acierto del asistente que actuó rápido entre Godín y Benzema en una fricción entre ellos (minuto 38). Godín empujó a Benzema y éste, desde el suelo, le intentó meter los tacos. Y el segundo detalle fue una vez pitado el descanso. Con gestos ostensibles, el colegiado no dejó que ningún jugador se acercara a él para hablarle. Quería poner distancia con respecto a los jugadores.
En la segunda parte terminó el partido con el segundo gol de Torres. Mateu se dedicó a ir sacando el encuentro adelante y a ir cortando todas las acciones de mosqueo e impotencia que demostraron algunos jugadores del Madrid.
Analizando la labor del valenciano hay que decir que estuvo bien en todos los apartados del reglamento. También es verdad que el partido se le puso de cara. Aun así aplicó correctamente la ventaja. La labor de sus asistentes fue muy buena. Estuvo muy concentrado y encima de la jugada siempre, y disciplinariamente ventiló el partido con ocho tarjetas amarillas. Ramos, Carvajal, Marcelo e Isco por el Madrid y Raúl García, Godín, Tiago y Koke por el Atlético. Quitando a Koke, Marcelo e Isco, los de siempre. No me gustó el pisotón de Miranda a Kroos y mucho menos la entrada de Carvajal a Siqueira. Y sobre todo, es incomprensible en un muchacho tan noble como Isco la entrada que hizo a Gabi. Era merecedora de roja. Pero el encuentro ya estaba ventilado.