Joan Pedrero reclama su gran oportunidad
Una lástima que Joan Pedrero se haya visto obligado finalmente al abandono en este Dakar. El catalán ha realizado una carrera sensacional considerando las limitaciones de una moto bastante inferior a las monturas oficiales, lo que no le impidió figurar durante las primeras etapas entre los diez primeros clasificados de su categoría, sin olvidar su magnífica segunda posición en la caótica etapa de Uyuni. Un rendimiento que no ha sido algo circunstancial o casual, ya el año pasado se anotó un triunfo parcial ya acabó siete jornadas entre los diez mejores. Afrontaba su séptima participación en Sudamérica con una Yamaha preparada con esmero pero, en todo caso, lejos del potencial de las KTM, Honda y también las de su misma marca de fábrica, lo que concede un mérito añadido a sus actuaciones.
Diría que Pedrero se ha ganado disponer de una oportunidad que le permita demostrar dónde está realmente su límite en el Dakar. Es un auténtico portento físico (mide 1,93 metros y pesa más de 90 kilos) y ya con 36 años disfruta de experiencia sobrada en competición, incluyendo en la gran carrera desértica, en la que fue capaz de acabar en quinta posición en las ediciones de 2011 y 2013. Sería una lástima que el tiempo pasara para él sin que ninguna marca apreciara su capacidad y le concediera el material que merece. Cierto es que las motos punteras escasean también en esta especialidad, pero el suyo es un caso que reclama toda la atención e interés. Por eso es una pena que no haya podido rematar, pero en cualquier caso su esfuerzo merece el mayor de los reconocimientos.