Es uno de los lujos que tiene este Atlético. La pizarra del Cholo y el Mono Burgos está funcionando a la perfección. El balón parado ya es un arte que se practica en el Calderón con mucha solvencia. Tiago ya le enseñó a los madridistas cómo hay que rematar un córner de Koke en el primer palo. Este Atlético sabe explotar sus virtudes mejor que nadie y hasta ha conseguido que los rivales le quieran copiar en todas sus maniobras en el área rival. Lo que no saben todavía es que para llegar a su nivel hay que estar muchas horas de entrenamiento y practicar multitud de variantes. No es fruto de la casualidad los 15 goles que los colchoneros han logrado con este método. Es la baza secreta que se utiliza para cuando los partidos están atascados.

Como la Copa tampoco es una prioridad para el vestuario colchonero, es más que factible que tiren de este argumento ante un rival que ha demostrado sus debilidades en este tipo de acciones, como ya pasó en Valencia con el cabezazo de Otamendi. Por eso no es extraño que Raúl García pueda tener su alternativa y tampoco hay que olvidar las virtudes del maestro Godín, el rey atlético cuando el balón va por el aire. Hasta 25 goles de cabeza han conseguido los rojiblancos esta temporada y son los líderes de nuestra Liga en ese aspecto (19). Seguro que el cuerpo técnico ya está tirando de vídeo para encontrar las debilidades que los madridistas tienen para defender el balón parado. Sólo con eso, el miedo ya está instalado en el vestuario de los de Ancelotti.