La noche y el fútbol de los niños

Los organizadores miraban a la grada del Calderón con gesto de preocupación un par de horas antes del partido. No veían el número de espectadores que esperaban, aunque los datos que les llegaban de venta de entradas de los últimos minutos eran buenos. Y la afluencia se animó al final. No es fácil apelar a la solidaridad en los tiempos que corren, cuando las necesidades son grandes para mucha gente. Aún así hubo una buena respuesta en una noche fría pero solidaria en Madrid. A la que se sumaron 65 valientes futbolistas. 65 porque Lucas Vázquez, que además marcó un gol, repitió en dos tiempos diferentes.

Liberado de las ataduras de la competición, a pesar de los esfuerzos de Pantic por darle el rigor posible, el partido dio rienda suelta al chaval que todo jugador lleva dentro. Kameni despejó en su área un balón de rabona, y en la contraria se pidió lanzar un penalti que marcó. Adama Traoré se propuso regatear a todo el mundo y casi lo consigue. Baptistao marcó dos goles en el escenario donde aún no ha podido triunfar y lo celebró tal y como habían ideado unos niños en un concurso. Del joven Halilovic, 18 años, adivinamos sus enormes posibilidades mientras su compatriota Rakitic exhibía su sobriedad. A sus 38 años, cumplirá 39 en enero, vimos a otro joven llamado Manuel Pablo recorrer la banda derecha, lo que lleva haciendo en el Depor desde 1998. Todos ellos apelaron al niño que llevan dentro porque sabían que era una noche para ayudar a los miles de niños, otros, que el ébola ha dejado huérfanos.