Pep Vila, un escudero de lujo para el Dakar
Los pilotos españoles son un auténtico lujazo para nuestro deporte. Y en la mayoría de las disciplinas, lo que supone un privilegio. Tenemos tanto talento que incluso lo exportamos y prestigiosas estructuras internacionales miran hacia España para reclutar la calidad que no encuentran en otros lugares. Un caso muy particular es el de Pep Vila, que de nuevo ejercerá de escudero de los pilotos oficiales de Iveco en el Dakar. El catalán, que fue gran piloto de enduro, se gana la vida en otros menesteres y espera con ansia cada enero para disfrutar de unas vacaciones muy especiales. Se sube en esa mole rapidísima que es un camión de carreras y le guarda las espaldas a quienes tienen la misión de buscar la victoria.
La suya es otra guerra aunque me gustaría que, en alguna edición de la gran cita desértica, tuviera la oportunidad de demostrar hasta dónde podría llegar sin ese freno de mano echado que es su función en el equipo. En todo caso, y a la espera de que esto pueda suceder porque a Pep le queda cuerda para rato, la responsabilidad que le ha otorgado Iveco ya es todo un reconocimiento a su potencial. El catalán debe dar asistencia a sus compañeros y no puede fallar, el suyo no sería sólo un fracaso propio sino que afectaría también a los demás. No es un desafío insignificante para quien no es profesional, aunque Vila no se deja amedrentar por las circunstancias: tiene una larga experiencia en competición y, casi igual de importante, su pasión no ha decaído con el paso de los años. Una combinación realmente valiosa…