Intolerancia con la violencia y solidaridad en el fútbol
Reacción. Seguramente la reacción contra la violencia del fútbol español ha llegado tarde. La prevención es más efectiva que la acción-reacción, pero ya no hay remedio para eso. Lo importante es que cada aficionado, cada club y todos los estamentos que lo rigen se unan para que no se repita. Porque puede que sea violencia, no fútbol, pero se usa este deporte como excusa y, por ello, hay que intervenir y nadie puede mirar hacia otro lado. Nadie.
Más allá. No puede consentirse que el fútbol sea contaminado por todo esto. Hay que recuperar su valor como deporte, su aporte moral, de competencia sana, de superación. En eso Carlos Matallanas, futbolista y periodista, es sin duda la guía a seguir. Lo que le ha dado el fútbol durante tantos años es el aprendizaje en el que ahora se apoya en su competición diaria contra la ELA (esclerosis lateral amiotrófica) que padece.
Esperanza. Carlos es el capitán de un equipo amplio de jugadores que disputan un partido contra una cruel enfermedad en el que dice: “Han encajado tres goles a falta de cinco minutos”. Con “genuina solidaridad” y “esforzándose” porque hasta el final del partido “es posible la remontada”. Esto sí es fútbol, su esencia. Es la vida. Y todos debemos jugar con ellos y con FUNDELA.