Monsieur Benzema, chapeau

Permítanme la licencia francófona del título pero es que el delantero del Madrid merece el guiño cómplice. Sí señor, lo de Karim es de quitarse el sombrero una y otra vez. Ha logrado la cuadratura del círculo porque, aumentando su capacidad goleadora, mantiene su gran virtud: jugar para los demás. La asistencia de ayer a Cristiano vale más que un gol. En esa jugada se desmarca como un media punta, desborda como un extremo y centra como el mejor asistente. Tres en uno.

A todo ello súmenle la brega constante para presionar la salida de balón del equipo contrario y su jugada favorita: hacer de pantalla en la frontal del área para tirar paredes con Cristiano o Bale. Definitivamente el francés no es delantero centro. Ni falta que le hace. El mejor Barça de la historia jugaba sin nueve. Exhibiciones como la de ayer deberían servir para enterrar definitivamente el debate de que si es algo frío, de que si marca pocos goles… Mamarrachadas viendo su aportación descomunal.