Hamilton, Alonso, el Rey y Lobato
Ha ganado el mejor, Lewis Hamilton. También el mejor monoplaza, el Mercedes W05. El inglés es un piloto tan exquisito como belicoso, que no deja a nadie indiferente. Siempre conduce al ataque. Su rival ha sido Nico Rosberg, un gentleman driver, que con once poles ha sido el campeón de los sábados, pero que los domingos se ha mostrado muy tierno. En Yas Marina perdió cualquier opción al título en la primera milésima de la carrera. Un récord. En el cuerpo a cuerpo con Hamilton se ha mostrado muy frágil todo el año. Seguro que en 2015 no le sucede lo mismo. Respecto a Mercedes, cualquier loa sirve. Nadie en la historia ha ganado en un año más carreras que ellos (16), ni ha hecho más podios (31), ni más poles (el 100%, 18 Mercedes y una Williams).
En el polo opuesto tenemos a Ferrari. Alonso ha finalizado sexto en el campeonato. Una ruina. No me extraña que huya de Maranello. Sólo en este equipo puede suceder que se cese a un director deportivo desfasado, Domenicali, para poner a un vendedor de deportivos, Mattiacci. De números debe saber un montón, pero la F-1 le aturde. Cada vez que habla, supera el disparate anterior. Lo de la motivación de Alonso ha sido la guinda. No merece seguir. Y un apunte más. Lo de Juan Carlos I anunciando el fichaje del asturiano por McLaren ha sido de traca. Me aplicaré lo del respeto a la tercera edad. Se lo dijo a Lobato en A3, que ayer se despidió de la F-1 con un programa digno de ganar un Ondas, las últimas horas de Alonso en Ferrari. Enhorabuena.