Fue una buena designación de entrada la de Fernández Borbalán para este partido. Con su veteranía y control del juego dejó hacer a los jugadores y estos le ayudaron con su buen comportamiento. Sin embargo, hubo errores puntuales, dos de los asistentes y uno del propio colegiado, que a continuación desmenuzamos en orden cronológico.

En el minuto 17 se reclamó penalti de Abraham por empujón a Benzema. Fue Bale quien empujó al defensa y luego se produjo el choque entre los tres jugadores, que cayeron doloridos en el área. No hubo penalti. En el minuto 22, Cristiano pasó a Benzema en primera instancia. Por muy poco está en fuera de juego. El remate en falso del francés fue a Cristiano, que también estaba en fuera de juego, y que fue el que centró para el 0-1 de James. Debió ser anulado por doble orsay.

En el minuto 69, en el 0-3, los jugadores del Eibar reclamaron que Marcelo tocó el balón estando fuera. No era verdad, pero sí cuando James centró la pelota para que Benzema marcara. Este gol tampoco debió subir al marcador. Falló el asistente. En el minuto 74, los jugadores del Eibar reclamaron mano de Carvajal dentro del área. Efectivamente el balón le dio en la mano, pero como consecuencia de un rebote al intentar despejar. No existió falta punible. En el minuto 81, y se ve en muchos partidos cómo el árbitro advierte a la barrera en este sentido para que no se cubran la cara, el golpeo de Cristiano tocó en el codo de Albentosa. El penalti estuvo perfectamente señalado según la normativa. Y en el 85’ dejó de pitar un penalti claro a Benzema de Irureta. El balón estaba en juego dentro del área. Borbalán estaba tapado pero fue claro. Y eso desluce su actuación hasta considerarla como desafortunada. Sólo eso, porque si bien en el arbitraje hubo irregularidad, también es cierto que no terminó influyendo en el resultado del partido.