El Equipo-A. Esta semana ha quedado más claro que nunca que vivimos en una contradicción. Por un lado va la opinión pública y por el otro la publicada. Discurren como dos realidades paralelas que se encaminan a la catarata final donde, es de suponer, se mezclarán un día. Varios ejemplos tenemos para experimentar. Vamos por el primero. Mientras la opinión pública da por bueno el encarcelamiento de un delincuente como José Luis Núñez, la opinión publicada le aclama como si fuera John ‘Annibal’ Smith, líder del Equipo A. Hay columnistas a los que sólo les ha faltado decir: “Fue encarcelado por un delito que no había cometido. Sobrevive como soldado de fortuna. Si tiene usted algún problema y se lo encuentra, quizá pueda contratarle”. Por un precio, claro está.

Scofield en Quatre Camins. En el caso de Núñez extraña esta ola de solidaridad que ha llevado a muchos columnistas, editorialistas y tertulianos de Barcelona a transfigurarse en Michael Scofield y estar a un paso de ingresar voluntariamente en Quatre Camins para ayudar a liberar al empresario.

El nombre del Bernabéu. La diferencia entre el vulgo y la élite también se da en el Madrid, no crean. Florentino, que es un hombre listo que escucha a todo el mundo y luego hace lo que quiere, sabe que el comentario a destiempo sobre el posible cambio de nombre del Bernabéu no gusta a la gente. Un vistazo a las Redes Sociales deja claro que lo de ‘IPIC Bernabéu’, ‘CEPSA Bernabéu’ o “lo que quieran ellos” no ha sentado bien. ¿Creen que tendrá en cuenta la opinión de la gente? No. No hay nada que una Champions no pueda cambiar. Para eso, Florentino se basta solo. No necesita contratar al Equipo A.

Messi. El pueblo es sabio. El barcelonismo de a pie anda intranquilo con las declaraciones de Messi. Ven que una cosa es la que se imaginan que pasa y otra la que les explican. Los mensajes de tranquilidad auspiciados por la oficialidad de nuevo se contradicen con las sensaciones de los aficionados.

La Realidad. El caso está en que muchas veces se confunde el pequeño mundo de las Redes más próximas, donde uno sigue a sus afines y olvida a los que no piensan como él y se encierra en una habitación en la que, realmente, Núñez podría ser Annibal Smith.