Muhammad Ali paraba el mundo

Hace cuarenta años el mundo se paraba por un combate de boxeo. Hace cuarenta años el nombre de Muhammad Ali era universal. El de George Foreman también iba camino de serlo. Se trataba nada menos que del hombre dispuesto a acabar con Ali. Cuarenta combates, cuarenta victorias. Ganó Ali y continuó cabalgando hacia la leyenda. Tal es así que a finales de 1999 su nombre permanecía vigente, y encabezó muchas votaciones realizadas para elegir al mejor deportista del siglo XX, que era lo mismo que decir de la historia. La vida de Ali había sido intensa yexitosa. En todos los sentidos. Contribuyó a que el boxeo fuera un deporte popularísimo y que moviera enormes cantidades de dinero. Nada que ver con lo que es ahora.

Ahora es difícil nombrar media docena de púgiles actuales. Es un deporte mal visto, aunque sigue vivo en el movimiento olímpico. Pero se encuentra muy tocado. La confusión de títulos creada a su alrededor no ha ayudado. Puede haber hasta cuatro campeonesdel mundo distintos de un mismo peso: de la Asociación Mundial (WBA), del Consejo Mundial (WBC), de la Federación Mundial (IBF) y de la Organización Mundial (WBO). Y si alguien viniera con dinero y quisiera reconocer a sus propios campeones no tendría más que crear la Confederación, la Alianza, la Corporación, la Agrupación, el Consorcio o lo que le viniera en gana. Pero sobre todo lo que nos falta es un Ali. Un personaje irrepetible que cada poco es necesario recordar.