Blatter, Platini y el juego limpio
La carita de Messi en el momento de recibir el Balón de Oro del Mundial retrató a la FIFA. El argentino ni siquiera pudo esbozar una sonrisa para fingir que merecía la distinción. Aquel galardón apestaba a manipulación. Ahora sabemos que Blatter también se sonrojó por el premio, aunque nada hizo por evitarlo. El lamento llega cinco meses después, justo antes de la elección del ‘gran’ Balón de Oro y del mejor entrenador del año. El presidente se esmera en prestigiar las votaciones dándolas transparencia para barrer sospechas de tongo. Por cierto, la LFP debería seguir el ejemplo con sus premios anuales.
La realidad es que el Balón de este año debería tener nombre y apellido: Cristiano Ronaldo. Aunque Platini, muy en su papel, dijo en una televisión que “normalmente, debería ganarlo un jugador alemán”. Este desaire tuvo Platini hacia quien ganó la Champions y la Copa, amén de clavar 51 goles en la temporada. Así que lo mismo lo gana Neuer, o Götze o Robben, que no es alemán pero ya lo parece por el ‘sello Bayern’. Cualquiera menos un español, por ahí no esperemos premio. Y en cuanto a entrenadores... apuesten por el alemán Löw. Salgan quienes salgan elegidos, lo importante es que se haga con juego limpio.