Márquez ya es una leyenda de este deporte

Márquez ya es campeón del mundo de MotoGP. Lo decía el propio Marc tras la carrera, “ha sido más difícil de lo que parece”. Inició la temporada como un torbellino, batiendo todo tipo de récords, pero a partir del fin de semana de San Marino se le empezaron a torcer un poco las cosas. Sumó cuatro puntos en dos grandes premios. Demasiado barullo mental (que si iba a correr en Moto2, a celebrar el título antes que nadie, récords y más récords en el horizonte...) y mucha presión, más de la que aparenta y que suele ocultar detrás de su enorme sonrisa. Pero en Motegi todo ha vuelto a su ser. Seguramente la experiencia y el sentido común de Emilio Alzamora han tenido mucho que ver. Marc ha corrido para ser campeón, sin más. Calculadora en la cabeza y las vanidades aparcadas lejos del circuito. Había que centrarse.

Con 21 años ha ganado cuatro títulos mundiales desde que debutó hace seis años (Geoff Duke logró cinco en sus primeras seis temporadas, Giacomo Agostini y Mike Hailwood, cuatro y Valentino Rossi, tres). Es el piloto más joven de la historia en ganar dos títulos seguidos en la máxima categoría. Y seguro que va a batir muchas marcas más hasta que finalice esta temporada. Ahora es el momento de hacerlo. Y de compartir todo esto con un equipo técnico repleto de españoles, porque también somos una potencia mundial en este apartado. Santi Hernández, Carlos Liñán, Jordi Castellá y Javier Ortiz han puesto su granito de arena en este gran éxito. Y Héctor Martín. Márquez es un fenómeno, pero la Honda RC213V es un misil. Con 110 carreras disputadas ya es una leyenda, pero a esta historia le faltan muchas hazañas por escribir.