Y 16.300 socios piden ir a Oporto
El Athletic sigue sumido en una pesadilla. Ni el hincha más optimista esperaba que se levantase en el Bernabéu, así que lo mejor era que llegase el parón para ordenar sus ideas. Por buscar algo positivo, ya ha visitado a dos dentistas, Barça y Madrid. Pero como no empiece a enseñar ya los colmillos, el equipo de Valverde lo va a pasar realmente mal en esta temporada. A día de hoy su mejor baza es la afición, dispuesta a ayudar y creer. Alucina que se hayan apuntado 16.300 socios para aspirar a las 22.200 entradas que sortearán hoy para el partido de Oporto. Este Athletic, en el que un jugador del talento de Beñat se mueve con la intrascendencia de un futbolista vulgar, Rico no está con el turbo puesto e Iturraspe sigue sin coger la forma, necesita un estímulo. Y el único que puede lanzarlo es quien ocupa el banquillo. Debe reaccionar de inmediato.
Al equipo rojiblanco no hubo por dónde cogerlo. El Madrid campó a sus anchas, sobre todo por la banda derecha, en la que Bale se fue siempre que quiso de Balenziaga, quien aún no entiendo cómo no descansa nunca. Aurtenetxe, ayer en la grada en su primera convocatoria, se debe sentir un cero a la izquierda. Llegaron los habituales goles de Cristiano, los que siempre Benzema le marca al Athletic y no le cayeron más a los leones porque Iraizoz está tremendo. Su partido impidió que el baño le situase colista. Apenas se vio la intensidad que Txingurri reclamaba. No le funciona ni siquiera el balón parado, que tantas y tantas veces le ayudó el año pasado. Con Aduriz en Bilbao, los leones sólo enseñaron la patita de verdad en un cabezazo de Ibai que desvió Casillas. Esta manita va a escocer. Por cierto, muy feo que parte del Bernabéu les cantase “¡A Segunda!”.