El problema no es Gala León
¡Menudo alboroto se ha armado con el nombramiento de Gala León como capitana del equipo de Copa Davis! Tanto hablar de ello tiene justificación, porque se trata de un hecho nada habitual. La cuestión, como apunta Ana Muñoz, sería si Gala León es la persona indicada, pero por ahí no van los tiros, y es lo que quiere decir la directora de Deportes, que es persona muy larga. Yo añadiría otra cosa y llego más lejos: el problema no es si se nombra una mujer capitana del equipo masculino o si no se trata de la persona más capacitada. El problema es que los tenistas no quieren ir a la Davis. Ese es el problema, más bien vergüenza, y del que Escañuela ha conseguido que no se hable con el nombramiento de Gala León.
La figura del capitán, no nos engañemos, es testimonial. Viene de los tiempos de Santana, cuando el bueno de Bartrolí estaba para darle la toalla cada vez que cambiaba de lado. Lo de ser capitán es más complicado ahora porque no tiene que seleccionar a los mejores tenistas, sino convencerlos de que jueguen. Por eso se ha recurrido últimamente a los entrenadores de los jugadores, o a estos mismos una vez retirados. El último, Carlos Moyá. Pero ni con esas. Tal es así que ha renunciado a seguir. Él y cualquier otro. Escañuela se ha encontrado con que nadie quiere ser capitán porque, exagerando, nadie quiere jugar la Davis. Es lo que venimos denunciando desde hace años y lo que ha conducido a esta insólita situación.