Su propio entrenador le puso el listón demasiado alto. Berizzo comparó a Hernández con Rafinha antes incluso de que el argentino, pero internacional con Chile, hubiera fichado por el Celta. Está claro que superar ese listón le llevará muchos partidos, pero el Tucu debe empezar a coger carrerilla cuanto antes. Hasta la fecha sólo ha jugado dos ratitos, ante Córdoba y Real Sociedad, y las sensaciones no son buenas. Ni siquiera lo ha intentado. Se encuentra desorientado, no tiene sintonía con sus compañeros, no parece cómodo.

Esta noche tendrá su primera oportunidad como titular en un escenario ideal para lucirse. No tienen obligación de vencer en el campo del campeón, y eso siempre libera al futbolista. Hernández necesita una buena actuación para empezar a justificar su llegada y comenzar a ganarse un hueco en el once de Berizzo. La competencia en ese puesto es atroz y, de momento, es el último de la fila. Álex López, Krohn-Dehli y Augusto están por delante en la batalla del interior. Nadie puede relajarse si no quiere perder el puesto. Será difícil, no obstante, centrarse en el duelo ante el Atlético. El derbi está a la vuelta de la esquina.