La FIA acierta dando un paso atrás

Me parece un acierto que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) haya escuchado a los equipos y dado un paso atrás en su polémica directiva sobre las comunicaciones por radio con los pilotos. Para empezar, nunca me ha gustado que las normas se cambien sobre la marcha, en plena temporada y con todos los desarrollos técnicos y estratégicos realizados en base a una reglamentación que se supone tiene cierta vigencia; además, tampoco creo que estas decisiones deban tomarse de forma unilateral, ignorando a quienes más conocen el asunto y que son los que sufrirán las consecuencias de cualquier modificación. No quiero discutir aquí el fondo del asunto (si esta limitación es acertada o no) sino su forma, es decir, lo oportuno de realizar tal cambio cuando les viene en gana.

Me consuela, por tanto, que la FIA haya mostrado sensibilidad al respecto escuchando las quejas de pilotos y equipos. No es una cuestión menor, porque el desarrollo de las carreras se planificaba hasta ahora contando con estas ayudas, así que eliminarlas de golpe supone un desafío mayúsculo para ingenieros de pista y estrategas. Temas tan importantes deben discutirse durante el invierno, fuera de la época de competición, consensuándolos con los implicados y adquiriendo un compromiso de permanencia para un determinado periodo, de manera que las escuderías puedan trabajar bajo tales premisas. Cualquier otra cosa lo considero una chapuza impropia de un campeonato que se encuentra en la cima tanto del automovilismo como del deporte de élite en general.