Nuestra competición
El Himno de la Décima. “Historia que tú hiciste, historia por hacer; porque nadie resiste tus ganas de vencer; ya salen las estrellas, mi viejo Chamartín, de lejos y de cerca nos traes hasta aquí; llevo tu camiseta pegada al corazón, los días que tú juegas son todo lo que soy; ya corre La Saeta, ya ataca mi Madrid, soy lucha, soy belleza, el grito que aprendí; Madrid, Madrid, Madrid, Hala Madrid, y nada más, y nada más, Hala Madrid”. Así atronó el Bernabéu antes de arrancar el partido de la reconciliación del campeón de Europa con el buen fútbol. Mientras que el equipo de moda se pegó un estacazo en Atenas ante el Olympiacos de nuestro querido Michel, el Madrid presentó sus credenciales en ‘su’ competición. El dueño de la Décima puede perder las guerras domésticas (Supercopa de España, un derbi liguero...), pero cuando llega la Copa de Europa todo el mundo se para, agacha la cabeza y rinde pleitesía al Rey del continente. Cuando suena por los altavoces del Bernabéu la música celestial de la Champions, sabes lo que puede ocurrir. Goleada al rival de turno y todos felices a casa.
Hermano culé. El Basilea ayudaba a motivarse en el partido que debía marcar un punto de inflexión tras las frustrantes derrotas ante Real Sociedad y Atleti. Los suizos tienen las iniciales de nuestro gran enemigo (FCB) y visten de azulgrana. Y su presidente hace muchos años fue Gamper... Una gozada golear a todos aquellos que quieren imitar la estética y la policromía del equipo de Messi. Por cierto, a los que quieran minimizar la calidad del Basilea habrá que recordarles que el año pasado, en Champions, derrotaron al Chelsea de Mourinho (en Londres y en Suiza), y hace dos al imperial Bayern Múnich de Heynckes...
Terapia Iker. Agradezco al Bernabéu que en el minuto 33 corease a pleno pulmón el “Iker, Iker, Iker” que hace tiempo que no se oía en este estadio. Aquellos que se empeñaron en dinamitar la actuación del capitán con pitos absurdos en un partido de fiesta y goleada, se quedaron mudos cuando en el minuto 66 firmó ante el paraguayo González la parada de la noche. Mano a mano, reflejos y vuelta del Iker que todos conocemos. A Casillas, como a todos los jugadores del Madrid, hay que ayudarle en sus altibajos. A los que vienen a pitar habrá que decirles que para eso está el Tendido del 7 de Las Ventas. Que se desahoguen ahí y vuelvan al Bernabéu relajaditos y con ganas de demostrar su madridismo. Si lo tienen...
Karim 1.000. En el partido en el que se cerraron muchas heridas abiertas, Benzema también quiso sacudirse su lastre estadístico ante el gol firmando el quinto, que nunca es malo como dice el refrán. Zurdazo imponente. Y encima era el gol 1.000 del Madrid en competiciones europeas. Sólo el Madrid tiene semejante logro.
De Nacho a Cristiano. Aparte de un revitalizado James, el colombiano sí nos recordó ayer al del Mundial, y un Nacho que me emocionó con su entrega y su medio-gol (¡viva la cantera!), Cristiano fue fiel a su cita con el gol. En Europa ya lleva 71, uno más que Inzaghi, y en la Champions acumula 69, a sólo dos de Raúl. Y lleva 257 goles en sus 252 partidos de blanco...
¡Vamos! Veo felices a los vikingos de Astorga, Ponferrada, Fabero, Logroño, Verín, Collado Villalba, Fornells, Montcada y Herencia (el sábado nos vemos en la peña, paisanos). El Madrid ha vuelto. Esto es Europa. Nuestra casa. Nuestro territorio...