Marcelo ha hecho una gira mundial en tiempo récord para no jugar un minuto. Nada nuevo. En la misma línea habría que poner los partidos que Argentina juega aquí y allá, cuanto más lejos mejor recaudación. El contraste con la administración de minutos y la sensibilidad de Vicente del Bosque es total. Sin embargo, los clubes se quejan mucho en España, hacia fuera o hacia adentro, pero con lo que sucede con sus grandes estrellas extranjeras, dichosa palabra, dicen poco o callan. Dunga, el nuevo seleccionador de Brasil, tiene todo su derecho a preferir a Filipe Luis en el lateral izquierdo pero suena a mal gusto que en doce cambios, sumando los amistosos ante Colombia y Ecuador, no le diera ni un solo minuto a Marcelo. Merece tarjeta por desconsideración.

Estamos hablando de partidos amistosos, donde todas las variables deben ser tenidas en cuenta. Convocar a un futbolista que se tiene que cruzar el Atlántico es una de ellas. Además, los amistosos de Brasil se jugaron en Nueva Jersey y en Miami para no perder el aire a negocio por cuenta ajena. Cuando se habla de virus imagino que se deben referir a esto. Compararlo con lo que hacen otras selecciones, por ejemplo España, es una injusticia.