Cristiano no entra al trapo
Cuanto más maree la perdiz Di María, peor le irá. Todos los clubes toman nota. En cualquier trabajo hay que hacer borrón y cuenta nueva cuando te vas. El argentino, en un último intento de enfangar su salida, ha querido utilizar a Cristiano. Y le ha salido rana. Una cosa es que Cristiano se haga el gracioso, diciendo sin decir, y otra que se vaya a enfrentar a su presidente.
Entre otras cosas porque las pretensiones económicas del Fideo ponían en peligro una escala salarial de la que el portugués es el mayor beneficiado. Amigo en el campo sí, pero no tonto. Nadie va a olvidar las asistencias de Di María, ni su intermitente brillantez. Como nadie olvidará lo pesados que fueron sus agentes pidiendo cada mes una mejora de contrato. La habitual tocada de pelotas que tan bien escenificó él sobre el campo una noche.