El Turco fue la razón de su fichaje
Amigos desde que el fútbol era solo un juego de niños, compartieron travesuras en los mundiales infantiles, mientras que en la albiceleste ya intercambiaban experiencias de vida. A sus 44 años de edad se reencontraron con el pretexto de la Copa Euroamericana. Fue en esas charlas de fútbol donde Simeone sondeó el mercado mexicano con su amigo Antonio Mohamed cuando Chicharito Hernández interesaba. El Turco fue claro, le pidió al Cholo, que pusiera atención en su nueve, un joven que a sus 23 años ya era goleador en México. Bastaron 90 minutos en el Azteca, la palabra de su amigo y un penalti para conquistar a Simeone. Antonio Mohamed fue la verdadera razón para que una semana después Raúl Jiménez fuera jugador del Atlético.
Todo fue tan rápido que el protocolo en el Calderón tuvo que esperar, la presentación oficial vino después de ganar el Ramón de Carranza, la Supercopa de España al Real Madrid y de debutar como titular en la Liga en Vallecas. En 15 días Raúl ha entendido que equipos como el colchonero no son para madurar, necesitan resultados para ‘ayer’. Talento tiene y la pizca de madurez la encontrará de la mano de un técnico que lo protege al quitarle la responsabilidad del gol, obligación de aquel que ya es figura, pero que la suple con el sacrificio del que es novato. En México se le tiene fe; alto, fuerte, técnico y definidor, tiene todas las características para triunfar, ahora le toca dejar de ser promesa y volverse una realidad.