A buenas horas, mangas...

El extraterrestre es humano. Por fin Pedrosa, Lorenzo y Rossi han vencido a Márquez. Han tardado once carreras, demasiadas, de ahí lo de “a buenas horas, mangas verdes”. Ha sido el triunfo de los derrotados, porque estos tres pilotazos han ganado la batalla de Brno pero han perdido la guerra del Mundial. Sólo quedan siete pruebas y Dani está a 77 puntos, Valentino a 90 y Jorge a 126. Es un título imposible, salvo milagro. Pero aún así los tres estaban radiantes, como si hubieran logrado su primer podio, sobre todo Dani. Y no es para menos. Ha dedicado 259 giros y 1.197 kilómetros a ganar una carrera en 2014 con una Honda oficial. ¡Cómo no iba a estar contento! Casi tanto como Agostini: su récord de veinte triunfos seguidos queda a buen recaudo.

Y frente a ellos, el marciano de Cervera. No ha puesto ni peros ni nada a su cuarto puesto. No ha culpado ni a la electrónica, ni a las gomas, ni a Iannone (magnífica lucha, por cierto). Ha sido él y se acabó. Y sus rivales, digo yo, que tiraron como bestias las primeras vueltas mientras se entretenía con sus amigos de Ducati. Ahí perdió la carrera. Creo que su RC213V también contribuyó a ello. Y también la presión externa durante estos últimos días. Que si iba a ganar todas las carreras, que si correría algunas pruebas en Moto2, que si no puede por las ruedas de prensa, que si Spencer… Me da la sensación de que tanta fantasía pomposa ha despertado a sus rivales. No me extraña. Me parece que a Marc le quedan siete carreras a cara de perro.