Ahora toca ganar a Márquez mano a mano

Resulta indiscutible que cada piloto es esclavo de sus circunstancias. Quiero decir que su rendimiento se encuentra directamente condicionado por el de su moto, por lo que ocurre durante la carrera, incluso por la fortuna... La racha triunfal de Marc Márquez se ha acabado en el GP de la República Checa porque su Honda no funcionaba al nivel de otras ocasiones y sus rivales aprovecharon esa evidencia, al igual que hizo él a la inversa en anteriores grandes premios, cuando su superioridad pudo basarse también en las carencias de ellos. Pero mientras que el líder del Mundial sí que ha ganado mano a mano a Pedrosa, Lorenzo y Rossi este año, no sería justo decir que su resultado en Brno fue en esas mismas condiciones. Quizá es más correcto concluir que el ilerdense ha perdido que afirmar que Pedrosa le ha vencido.

No quiero con esto quitar ni un ápice de mérito a los tres inquilinos del podio de esta undécima cita del Mundial de MotoGP (especialmente a Pedrosa, muy consistente), pero ya digo que parece claro que no existió lucha real con un Márquez desdibujado, esforzándose en todo momento por mantener su moto en la línea, sufriendo a la entrada de cada curva y sin tracción a su salida. Antes de arrancar la carrera ya advirtió que no lo hacía demasiado convencido, que no estaba nada cómodo con la Honda y durante su desarrollo quedó claro que así era. Disquisiciones al margen, la realidad señala que su hegemonía ha terminado y ahora queda saber si se producirá un punto de inflexión en el campeonato. Porque creo que el siguiente reto para las otras estrellas de la categoría será ganarle de tú a tú, en una lucha de esas que tanto nos hacen disfrutar y que, siendo honestos, no se ha producido en Brno.