La primera víctima de Marco Mattiacci

Me parecería un atrevimiento hacer una valoración sobre la salida de Ferrari de Luca Marmorini, su responsable de motores y electrónica. La evidencia indica que el F14 T es un monoplaza poco competitivo, pero carezco de información lo suficientemente detallada para valorar lo acertado de la primera gran decisión de Marco Mattiacci como jefe de la escudería. Pero lo obvio también es que algo hay que hacer en Maranello, la apuesta por la continuidad está agotada y la reestructuración del modelo debería suponer el revulsivo que desde hace tanto tiempo sabemos que es necesario, urgente diría a la vista de los acontecimiento durante esta temporada. Lo que ya no servían eran las buenas intenciones, las promesas o las dilaciones, era preciso un punto y aparte y parece que Mattiacci está dispuesto a ejecutarlo.

Tanto es así que muchos son ya los que dan por hecha también la salida de Pat Fry, el director de ingeniera. Ferrari desmintió los rumores al respecto hace tan sólo un par de días, pero lo cierto es que en su escueto comunicado de prensa, con el que ha informado de los cambios en su estructura, ni se menciona a Fry y sí se señala claramente a James Allison como el técnico en el que recaen las máximas atribuciones en el desarrollo del monoplaza, tanto del actual como el de la próxima temporada, en el que lógicamente llevan tiempo trabajando. Ya digo que habrá que esperar para conocer lo acertado de las decisiones de Mattiacci, pero pase lo que pase creo que es positivo que la reorganización esté en marcha. Peor es ya difícil que pueda ir, porque para Ferrari todo lo que no sea ganar es un desastre y al menos de este modo se abre la puerta a un futuro más prometedor.