Nadal se ha roto en pleno periodo de recuperación. La lesión, aparentemente, no es grave, mas por el sitio en el que se encuentra, resulta delicada. Necesita unas semanas de reposo. Unidas a las que lleva de descanso tras haber jugado Wimbledon, va a acabar siendo casi dos meses sin jugar. Eso, si puede reaparecer en el US Open. No está siendo un buen año para Nadal. A estas alturas sólo lleva ganados cuatro torneos, una cifra inusualmente baja para él. Y de esos cuatro, nada más que dos de relevancia: Roland Garros y el Master 1.000 de Madrid, donde se produjeron sorprendente bajas y eliminaciones de las primeras raquetas. A cambio, perdió las finales de Australia, Miami y Roma. El balance no está siendo bueno.

Desde que las lesiones le golpean, su palmarés ha perdido regularidad. Parece un pico de sierra: cuatro victorias en 2012, diez en 2013, de momento cuatro en 2014... Después del US Open no le van a quedar muchas más oportunidades para seguir sumando torneos: los Masters de Shanghai y París, y el World Tour, antiguo Masters, torneos estos dos últimos que tanto se le atragantan. La lesión de ahora habrá sido un contratiempo, pero resulta preocupante que Nadal tenga que competir a tirones. Las rodillas, la espalda, la muñeca... Quizá comience a acusar los 839 partidos que arrastra. Pero Federer lleva 1.186 y anda como una rosa. Djokovic, algo menos, 716, mas no parece sufrirlos. Va a tener que empezar a cuidarse y dosificarse.