El fútbol es cada vez más un país extranjero

Rebelión. Va a haber pronto una rebelión de entrenadores de fútbol de los grandes equipos contra la manía de hacer caja. La lidera, de momento, Van Gaal, que ha importado su sentido común a la Premier, que es, como bien explica Guillem Balagué, la más sugestiva e internacional de las ligas del mundo. Cuando contrataron al holandés, Van Gaal no se esperaba encontrarse con una gira como la que somete a los futbolistas del Manchester a una pretemporada agotadora. Ahora la directiva de su nuevo equipo le pone paños calientes al asunto y le explica a Van Gaal que no va a dar un paso sin que él lo sepa. Pero el hombre del “tú negativo” está mosqueado.

Martino. El fracaso del exentrenador del Barcelona que sucedió a Pep y a Tito y que precedió a Luis Enrique arrancó en la pretemporada. El recuerdo de esa gira debe estudiarse en las escuelas de entrenadores, porque no se puede someter a un grupo de jóvenes a un estrés como aquel y esperar luego de ellos un rendimiento acorde con la dureza de la Liga española. El ritmo renqueante con el que el Barça inició la Liga, y con el que más o menos se mantuvo durante toda la temporada, es probablemente el espejo en el que se ve Van Gaal. Emery, el entrenador del Sevilla, decía el jueves en El Larguero de la SER que esas giras había que estudiarlas con tiento, que no todo en el fútbol ha de ser dinero o ansia de dinero. En el mismo programa, Pepe Reina, que está de gira con el Liverpool en Estados Unidos, justificaba los desmanes de las giras como una iniciativa de las directivas para alentar nuevas aficiones.

Agencia de viajes. Vale, se alientan nuevas aficiones, en Asia (como el Barça el año pasado), en Estados Unidos (como el Madrid)… Las consecuencias no son exactamente positivas, pero ni los jugadores ni los entrenadores tienen aún capacidad (ni asociativa ni moral) para enfrentarse a esa tendencia a agencia de viajes que tienen las directivas. En primer lugar, porque lo que ganan entrenadores y jugadores tiene en cuenta esas largas distancias, y porque los jugadores y los entrenadores tienen igual disponibilidad para ponerse al servicio del dinero que las directivas. Y el extranjero paga bien. Van Gaal, que siempre fue un excéntrico, alza la voz y pide sentido común.

El extranjero. Por esas razones y por otras (la ansiedad de las directivas por hacer negocio), el fútbol (el español, entre otros) es cada vez más un país extranjero, como sugería Relaño en AS esta semana. Los grandes fichajes son una obsesión para la que también Van Gaal ha pedido sentido común. Si no dejan prosperar a los jugadores españoles el fútbol se seguirá encareciendo, y seguirán siendo imprescindibles estas giras que dejan a los deportistas para el arrastre. Eso dice Van Gaal, y no porque él sea un hombre negativo. Pero las ve venir.